El Imperio Romano se dividió en el
año 395 tras la muerte del emperador Teodosio, que llegó a cada uno de sus dos
hijos una de las partes: a Acadio, la parte oriental, con capital en
Constantinopla, y a Honorio, la parte occidental, con capital en Rávena, por su
parte, seguía siendo el centro del mundo conocido, pero a pesar de haber
superado la avalancha de las invasiones bárbaras sin sufrir grandes daños,
puesto que las desviaron hacia occidente, era un imperio bastante desintegrado
por la herejía monofisita.
El arte bizantino constituye uno de los episodios más grandiosos del arte universal. Se fundamenta en el arte griego y paleocristiano, con grandes influencias orientales (persa y musulmana).
Para los templos, se usa con preferencia la planta centralizada o de cruz griega con grandes cúpulas sobre pechinas. Aunque los materiales constructivos no son especialmente ricos, sí lo es su decoración a base de mosaicos y pinturas murales, donde la representación de la figura humana, solemne y hierática, genera una gran sensación de espiritualidad que heredará posteriormente el arte románico.
Hasta la
llegada de Justiniano al poder, las construcciones religiosas tanto en oriente
como en occidente se habían basado en la basílica romana paleocristiana. Sin
embargo, la situación cambia totalmente en el siglo VI.
Iglesia de los Santos Sergio y Baco (Constantinopla)
Es una iglesia que mandó construir Justiniano cuando todavía era príncipe heredero
Es una iglesia que mandó construir Justiniano cuando todavía era príncipe heredero
Santa Sofía de Constantinopla
Santa Sofía se construyó entre los años 532 y 537, inmediatamente después de la destrucción de la primitiva basílica constantiniana debido a un incendio que brotó durante la llamada Insurrección de Nika, en el mismo año 532.
Santa Sofía se construyó entre los años 532 y 537, inmediatamente después de la destrucción de la primitiva basílica constantiniana debido a un incendio que brotó durante la llamada Insurrección de Nika, en el mismo año 532.
Las principales características estéticas de la
basílica son:
- Materiales ricos y exóticos que buscan el
destello de las piedras y de las teselas de los mosaicos con el fin de
diluir la estructura arquitectónica y de crear un ambiente trascendente
que fuese manifestación de Dios y de su lugarteniente en la tierra,
Justiniano.
- Perfección técnica de la obra, irrepetible en
la arquitectura del mundo Mediterráneo.
El exterior es similar a la de los otros edificios de estilo bizantino:
achaparrado, muy voluminoso, donde destaca la cúpula, pero no de manera
estilizada, sino muy baja y con un tambor poco desarrollado.
El interior es, sin embargo, soberbio. Se accede desde un atrio y tiene dos
exornarte. La planta es cuadrangular (70 x 77 metros aproximadamente), en la
que hay dos ejes perfectamente diferenciados: este-oeste y norte-sur.
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